miércoles, 21 de diciembre de 2011

ESCUELAS FEDERATIVAS

La Federación hizo entrega a las Escuelas Federativas del material deportivo para entrenamiento.
En la tarde del pasado lunes, los directores de las Escuelas se reunieron con Vicente Temprado y el coordinador, Fernando Ramos, y se les hizo entrega de los convenios y del material deportivo que la Federación cede cada temporada a las entidades que siguen unas pautas de formación de los jóvenes futbolistas.


Las 24 escuelas federativas de reconocimiento y la única de convenio estuvieron representadas el pasado lunes 23 de enero en la reunión convocada por la Federación de Fútbol de Madrid para hacer entrega de los convenios de la temporada y del material deportivo destinado a la actividad docente de cada escuela.


Vicente Temprado, presidente de la Federación de Fútbol de Madrid, acompañado por el vicepresidente en Asuntos Económicos, Miguel Ángel San Juan, el secretario técnico, Fernando Zambrano, y el coordinador de las Escuelas Federativas de Fútbol Base, Fernando Ramos, presidieron una reunión en el salón de actos de la Federación en la que Temprado volvió a agradecer una vez más su esfuerzo y perseverancia en fomentar una enseñanza tecnificada y actualizada con entrenadores titulados.


Tras la reunión y entregas de convenios firmados, todos los directores pasaron a recoger el material deportivo que cede la Federación cada temporada las Escuelas Federativas de Fútbol Base.









martes, 20 de diciembre de 2011

APRENDER ENSEÑANDO

Surgen dudas tras un año en el que ha dependido de mí la andadura deportiva de una Escuela de Fútbol base con muchos años de tradición en esta comunidad de Madrid.
¿Voy por el buen camino? ¿He conseguido cumplir los objetivos? ¿Se ha conseguido cubrir las expectativas creadas? ¿Las líneas de actuación han sido las correctas? ¿Y populares?...
Estas son preguntas que surgen y aunque algunas pueden haber tenido respuesta, otras siguen y seguirán siendo incógnitas difíciles de despejar. Siguiendo directrices de lo que a todos nos gusta llamar el fútbol moderno, tengo dudas de que sea lo más conveniente a la hora de llevarlas a cabo en el seno de una Escuela de Fútbol. Fútbol de aprendizaje y formación; estas son las pautas que se marcan desde la lógica propias de la institución , o futbol competitivo, que si lo analizamos bien es lo que al fin y al cabo todos demandamos, directivos, padres y los propios alumnos-jugadores.
Seguramente la lógica nos dice que dependiendo de la situación en la que se encuentre cada uno de los grupos o equipos que conforman la Escuela, exigiremos aprendizaje y en otras ocasiones competitividad, es decir resultados. Esta exigencia llega a determinar la directriz tomada y en ocasiones actuar salomónicamente siendo consciente de su consecuencia. No ser popular. Determinar en una escuela de fútbol hasta donde es aprendizaje y hasta donde competición pura y dura resulta difícil pues, dependiendo de las distintas categorías y de los alumnos – jugadores que las componen hay que plantear objetivos que en muchas ocasiones no se van a cumplir ya que el nivel existente en determinados grupos no es el suficiente como para haber podido solventar la temporada con ciertas garantías de éxito en cuanto a resultados tangibles o numéricos aunque si se aprecie progresión en otros aspectos que determinarán que un día se cumplan esos resultados que la propia competición exige.
En la consecución del objetivo principal de la Escuela de Fútbol, juega un papel importantísimo la incorporación de entrenadores que se hagan cargo de impartir la enseñanza suficiente para que el aprendizaje sea efectivo. La lógica, al menos a mí, me dicta que cuanto más jóvenes los alumnos, mayor formación y experiencia debería tener el entrenador – profesor que tenga la misión de transmitirles los distintos conceptos que se manejan tanto los propios del fútbol cuanto los generales del deporte así como los aspectos sociológicos que los rodean.
Sin embargo terminemos rindiéndonos a la evidencia. ¿Cuantos entrenadores con la formación de la que hablamos estarían dispuestos a tomar las riendas de un equipo Pre benjamín, Benjamín, Alevín e incluso infantil que por primera vez se inician en este deporte tras hacer sus pinitos en el colegio o en la propia calle (estos son muy pocos) con sus amigos, practicándolo de forma anárquica y de manera no habitual?
Yo he encontrado muy pocos pues tras formarnos como técnicos deportivos, pretendemos ser directores de equipos de clubes importantes o al menos de equipos que militen en categorías competitivas y no formativas, sin darnos cuenta que, al menos en esta comunidad, se antoja dificilísimo poder ocupar el puesto de muchos profesionales contrastados y con muchísimos años de experiencia que avalan el puesto que ocupan habiéndose movido toda su vida en este círculo futbolístico autonómico y nacional.
Siendo consciente de esta circunstancia se tiene la necesidad de cubrir tan delicado puesto con un grupo humano en su mayoría joven y con ganas de incorporarse en este mundo. Los monitores de futbol base que comenzando de cero o prácticamente de cero y con la única experiencia que la propia de ser o haber sido jugador de futbol toman las riendas de la enseñanza recordando e imitando a los entrenadores que tienen o tuvieron en su día.
Analizando esto, creo que la formación en una Escuela de Fútbol, pequeña y humilde, no tiene que ir solo dirigida a los alumnos – jugadores sino también a esos monitores o Auxiliares Técnicos con los que contamos que sin duda realizan un arduo trabajo con la ilusión que se precisa pero sin los conocimientos y experiencia necesarios para conseguir un objetivo que desde la misma dirección se exige u otros que muchos, ajenos a la misma dirección tienen como expectativa.
Reflexionando, cada día me convenzo más, desde mi posición de Director Deportivo de que en esta escuela todos aprendemos intentando enseñar y creo que en este sentido he dirigido y dirigiré mis esfuerzos de forma que en el camino del aprendizaje exista junto al trabajo la paciencia, la confianza y las oportunidades necesarias para que todos progresemos, sobre todo mi persona.